Las fronteras marroquies desde la Edad Media

Contaba el célebre Ibn Jaldún que durante la Edad Media los imaziguen (bereberes) del norte de Africa se agruparon en torno a tres grandes confederaciones, los zenatas, los masmuda y los  Sanhayas también conocidos como Azanegas. 

A grandes rasgos la expansión del Islam se produce  en la alta Edad Media entre el 622 y el 750 de nuestra era bajo diferentes califatos, siendo el ultimo y mas importante el califato Omeya. Este califato se fue disolviendo dando lugar a diferentes entidades como el emirato y califato de Córdoba, o el imperio Idrisi en Marruecos.

Expansión territorial del Califato Omeya

El imperio Idrisi no fue un imperio bereber en sentido estricto pero gobernó sobre parte del territorio de las actuales Argelia y Marruecos entre el 789 y el 974 de nuestra era, aunque su influencia se extendió al Sahara y Mauritania.  La dinastía debe su nombre a Idrís I, descendiente directo del profeta Mahoma al ser bisnieto del yerno y primo de éste,​ Alí quien, al verse obligado a huir de Bagdad debido al fracaso del levantamiento que contra el califa abbasí se había producido en 786, se refugió en el norte del Magreb, se hizo reconocer emir e imán por la tribu bereber de los Awarbas. Los Awarbas eran uno de los clanes miembros de una confederación que se había liberado del califato unos 50 años antes y descendientes de Kasila, el jefe de la Confederación Sanhaya que frenó la expansión árabe en el Magreb en el 680. 

La dinastia Idrisi, aunque árabe en origen fue fuertemente "berberizada" alineándose con las tribus zenata de Marruecos, de forma que Idris I era totalmente dependiente del liderazgo y poder de los Awarbas. Algo que debemos saber es que según el Islam solo los "sharif" es decir los descendientes biológicos directos del profeta Mahoma pueden ser "gobernadores", "reyes" o "papas" en el mundo islámico,  es decir, "emires",  "sultanes" o "califas". 

El acuerdo beneficiaba a ambas partes. Idris I descendiente del profeta podía gobernar "legitimamente" según el Islam, mientras que su casamiento con Lalla Kanza, la hija del jefe del clan Awarba, reforzaba políticamente a este clan. Idris I gobernaba pero en realidad quienes tenían el liderazgo, los recursos y el poder detrás del trono eran los Awarbas. 

Idris I instaló su capital en Volubilis al norte de Marruecos, donde permaneció hasta que su sucesor Idrís II, hijo de Idris I y de Lalla Kanza, la trasladó a la ciudad de Fez. 

A pesar de ser de madre bereber, Idris II quiso liberarse del control de las tribus bereberes e implantó una política pro árabe, invitando a colonos árabes a establecerse en Marruecos, eligiendo a árabes como visir, qadi y otros puestos de su administración. Bajo su mandato se produjo una fuerte arabización del norte de Marruecos.

Imperio Idrisi y otros reinos bereberes de Marruecos como Sijilmaasa, Tamesna o Nekor 

El Imperio almorávide, fue un imperio amazigh que se desarrolló entre los años 1040 y 1147, surgiendo de las inhóspitas tierras situadas entre las últimas zonas cultivadas del sur del actual Marruecos y las vegas de los ríos Senegal y Niger. Es decir en la basta franja de territorio que hoy ocupa el sur de Marruecos, Sahara Occidental y Mauritania.

Para evitar confusiones hay que mencionar que los actuales saharauis (la tribu Benu Hassan), que son árabes beduinos procedente del Yemen, todavía no habitaban la región y no la habitarán hasta pasados un par de siglos

La región estaba habitada por grupos nómadas azanegas (Sanhayas) divididos en dos grandes confederaciones de tribus, los Lamtuna y los Mafusa. En general se dedicaban al pastoreo - aunque algunas tribus como los Imraguen de la región de Arguin, se dedicaban a la pesca y otras como los Gasula se dedicaban también a la agricultura en los escasos oasis o en las tierras del sur de Marruecos regadas por el río Draa. Desde allí conquistaron todo el actual Marruecos, gran parte de la Península Ibérica y parte de Argelia estableciendo su capital en Marrakech. 

Extensión máxima del Imperio Almohade

El siguiente gran imperio amazigh es el Imperio almohade, sucesores de los almorávides a quienes arrebatan el poder. Los almohades eran imazighen primero masmudas y luego zenatas que dominaron el norte de Africa y la España musulmana desde el 1147 al 1269. Originarios de la región del alto Atlas, extendieron su dominio más allá de Trípoli, en Libia al oeste, y al sur hasta Dahkla, en la costa del Sahara, antigua Villa Cisneros. También establecieron su capital en Marrakech, lo mismo que habían hecho los Almorávides.


Expansión almohade

Extensión del imperio almohade en verde claro

Del desmembramiento del Imperio Almohade surgirán, en la península Ibérica, el reino nazarí de Granada y varios reinos de Taifas en el sur y levante peninsular. En el norte de Africa surgirán tres grandes reinos que se corresponden, más o menos, con Marruecos, Argelia y Tunez. 

En Tunez surgirá Ifriqiya y la dinastía de los hafsies (masmudas), en Argelia surgirá Tlemecén con la dinastía de los ziyánidas (zenatas) y en Marruecos surgirá la dinastía de los marinides o benimeríes, también de origen zenata.

Si bien estos "reinos" norteafricanos difieren de la concepción europea de "reinos" como estado centralizado. Mas bien es el control de las ciudades y de los grupos sedentarios establecidos en las llanuras o en las costas, al alcance del ejército y de la administración del sultán, mientras que los grupos de las montañas del Atlas o del desierto rinden pleitesia y vasallaje, e incluso pagan tributo, pero siempre dispuestos a atacar las ciudades cada vez que la autoridad central se debilitaba.

Reinos bereberes del norte de Africa durante la Edad Media

Serán estos últimos, los benimeries, hacia el 1347, los que logren por última vez unificar los reinos Amazigh del norte de África, desde el Atlántico hasta Tunez, y desde Algeciras hasta el cabo Bojador. También serán los últimos en tratar de conquistar la península ibérica.

Extensión máxima del Imperio Benimerí
A los benimeries le siguieron los sultanatos Wattasidas desde 1472 hasta 1554. En esta época Marruecos se va desintegrando en una especie de reinos de Taifas, en el que el más importante será el que en las crómicas españolas se conoce como el Reino de Fez. Es aquí cuando se funda Santa Cruz de la Mar Pequeña, y se capturan las plazas primero de Ceuta por los portugueses y posteriormente de Melilla por los castellanos. También se construyen otra serie de torres y plazas fortificadas a lo largo de la costa marroquí tanto por castellanos como por portugueses
Reinos Wattasidas y penetración europea
Descomposición de Marruecos en diferentes "reinos de Taifas"

Al reino de Fez, le sigue el Imperio saadita desde 1554 hasta 1659. El sultan Ahmed al-Mansur (1578-1603) consigue expulsar a los portugueses del país y defender la independencia de Marruecos frente al Imperio Otomano. Los portugueses sufren una severa derrota en la batalla de Alcazarquivir en 1578, el armamento capturado y la organización de un ejército de inmigrantes andalusíes y mercenarios le permitió en 1590 emprender la conquista del Imperio songhai.​ La meta de esta conquista era obtener el control del oro proveniente del sur del Sáhara, ya que el comercio marroquí con Europa era deficitario y hacia conveniente esta conquista. Como se puede ver en el mapa la conquista se produce tierra adentro, lejos del alcance de las potencias marítimas europeas.


Imperio Saadita

A los saaditas le seguirán los alauitas, cuya casa real se mantiene hasta nuestros días, desde el año 1666 hasta 1912, que irán expandiendo el territorio de tribus y "reinos vasallos", pero sin conseguir formar un Estado centralizado como los europeos hasta bien entrado el siglo XX. Esto no ocurre solo en el las montañas del Atlas o en el RIF, sino también en el desierto del Sahara. 

Esto genera una cierta dosis de confusión creada porque intentamos analizar la historia del Magreb a partir de nociones conceptuales como estado y frontera, que pueden ser validos para Occidente pero difícilmente trasladables al Magreb precolonial. Si bien la explotación del territorio en Europa requiere de clara definición de los derechos de propiedad del suelo, o del pago de tributos de una colectividad al Estado que se puede imponer por la fuerza, ¿quién se va a pelear por un trozo de desierto o por los tributos generados por grupos humanos que difícilmente poseen ninguna riqueza y cuyo coste de forzar el tributo es mayor que el tributo mismo? 

Evidentemente en áreas muy poco pobladas como es el desierto la autoridad real llegará escasamente y se limitará a puntos clave como oasis, ciudades o pasos de las rutas de caravanas. No era ni técnica ni económicamente rentable tratar de imponer las estructuras de Estado en esos territorios, con lo que el reconocimiento del vasallaje de las tribus al Sultán de Marruecos y el pago de tributo anual era suficiente.

Territorios alauitas

De esta falta de estructuración administrativa como Estado a la "europea" surge la división tradicional entre Bled Majzen y Bled Siba. El Bleb Majzen serían los territorios a donde llega la administración del Estado y el ejercito del Sultán, principalmente las ciudades costeras y las llanuras, con poblaciones árabes o arabizadas predominantemente, donde el sultán recauda regularmente impuestos y donde se acepta de forma permanente la administración del Sultán. A esto se le contrapone el Bled Siba, territorios a donde no llega la autoridad del Sultán ni el aparato burocrático del Estado, anárquicas y rebeldes, montañosas, de profundas raíces bereberes y solo superficialmente islamizadas, con tendencias democráticas pero sin capacidad para formar un bloque rebelde por las diferencias entre los clanes, territorios que funcionan de una manera autónoma, donde las tribus reconocen la autoridad religiosa del Sultán y su dominio "teórico" pero no efectivo. Donde se reconoce la autoridad del Sultán pero no del Majzen. Las acciones del Sultán y el Estado en estos territorios no puede ser permanente como en el Bled Majzen sino puntuales. 

Pero la realidad es mucho más fluida, no existe un límite preciso y rígido entre el Bled Majzen y el Bled Siba. Las exigencias económicas mantenían y reforzaban los contactos entre las tribus de las regiones siba y las ciudades del majzen. El Siba no cuestionaba la autoridad del Sultán sino que intenta sustraerse a la autoridad del majzen, del aparato del estado del Sultán. De esta forma en el Siba se tiende a mantener las instituciones tradicionales y a reafirmarlas contra los abusos y las debilidades del majzen, sobre todo , cuando, como sucedió en el periodo colonial, este se comprometía o subordinaba a los poderes extranjeros.


En definitiva que la autoridad "nominal" del Sultán a través del Bled Siba podía alcanzar territorios muy alejados de la corte. Por ejemplo en 1724 los habitantes de los emiratos de Trarza y Brakna en Mauritania reconocían al Sultán de Marruecos como su jefe espiritual y hasta cierto punto también temporal (terrenal).  

De este modo las fronteras no son lineas fijas y concretas como en Europa, sino franjas caracterizadas por su fluidez donde la autoridad del Sultán se iba diluyendo y haciendo más débil, o entraba en colisión con otras autoridades. 

Finalmente en el siglo XIX y XX _Marruecos sufrirá intentos desestabilizadores y colonización por países europeos, principalmente Francia y España que se repartirán el país, otorgándose a España el Sáhara Occidental y Sidi Ifni como colonias, así como dos protectorados, uno al norte en la zona del Rif y otro al sur en la zona de Tarfaya. Francia ocuparía el resto de Marruecos.

Marruecos durante la colonización europea
En la Conferencia de Berlín de 1885 España reclama para sí la región situada entre Cabo Bojador y Cabo Blanco. Esta región sería el distrito administrativo de Río de Oro. Posteriormente, en una serie de acuerdos con Francia, se ampliaría el territorio hacia el norte, primero hasta Cabo Juby, creándose el distrito administrativo de Saguía el Hamra y estableciendo el límite norte del Sahara Occidental en el paralelo 27º 40´ N por acuerdo entre Francia y España.

Los tres cabos del Sahara, Cabo Juby, Cabo Bojador y Cabo Blanco

Finalmente, mediante negociación con Francia, en 1912 se añadiría un tercer territorio; el protectorado de Cabo Juby o villa Bens en Tarfaya, que englobaría el territorio comprendido entre Cabo Juby y el rio Draa. Esta zona pasaba a ser un protectorado español y no una colonia española como Río de Oro y Saguía el Hamra, por lo tanto se debería devolver a Marruecos una vez finalizado el protectorado. España también ocuparía posteriormente la zona de Sidi Ifni. La negativa del gobierno español a devolver estos enclaves una vez alcanzada la independencia de Marruecos en 1956 desencadenaría la guerra de Ifni de 1957 mediante la cual, Marruecos recuperaría la soberanía de ambos territorios.

El protectorado español del sur , conocido como cabo july o villa bens en el area Tekna, 

Por tanto la frontera entre Marruecos y el Sáhara fijada en el paralelo 27º 40´ Norte es, como tantas otras fronteras africanas, una frontera creada por el colonialismo español y francés. De hecho parte en dos los territorios de la confederación Tekna, que se extienden incluyendo básicamente tanto Seguía el Hamra, o al menos la costa de esta, y el protectorado de Cabo Juby.

Respecto al norte de Marruecos, en la Conferencia de Algeciras de 1909 se había creado el protectorado español del RIF, básicamente por presiones alemanas para evitar que el estrecho de Gibraltar quedase en manos francesas.

Protectorado español en el RIF

De esos enclaves al norte de Marruecos todavía quedan plazas de soberanía española, como Ceuta, Melilla, Peñon de Velez de la Gomera, islas Chafarinas, Peñón de Alhucemas e isla de Perejil que todavía no se han devuelto a Marruecos.


De la distinción del Bled Siba como extensión del poder de Marruecos surge la idea del Gran Marruecos, que aglutinaría todos esos territorios hasta donde la autoridad del Sultán habría llegado en mayor o menor medida.

Concepto del Gran Marruecos en base a los territorios que de alguna manera han estado sometidos como bled siba a la autoridad del Sultán de Marruecos. 

Como vemos, diversos territorios actualmente en Argelia han sido parte de los diferentes sultanatos o reinos marroquíes a lo largo de la historia. Uno de esos territorios es Gara Djebilet, un territorio que cuenta con enormes depósitos minerales, especialmente mineral del hierro que está en la fondo de los conflictos territoriales entre Argelia y Marruecos.

Repasando la historia vemos que la frontera actual del paralelo 28º 40´Norte es totalmente artificial, que el territorio del Sáhara Occidental, o al menos una parte importante de el, especialmente hasta cabo Bojador, ha sido parte de Marruecos en varias ocasiones, si bien, como también hemos dicho, la escasa población del territorio no creo los incentivos económicos y políticos necesarios para extender hacia allí las estructuras de administración del Estado. 

La expansión sur marroquí también alcanzaría a toda Mauritania y a parte de Mali, hacia la curva del río Níger, incluyendo las ciudades de Tombuktú, Gao y Djenne.

Como vemos claramente en el mapa, y contrariamente a lo que la propaganda española nos ha querido hacer creer, la idea del Gran Marruecos no incluye a Canarias pero si a Ceuta, Melilla y el resto de plazas españolas en el Mediterráneo marroquí que todavía no han sido devueltas.



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